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Descubriendo mi Espíritu Emprendedor

Emprender es una filosofía de vida. Cuando emprendemos, estamos colocando todos nuestros esfuerzos para construir un futuro satisfactorio.

Para muchos, emprender quizás signifique contar con grandes recursos económicos, el mejor talento humano y condiciones favorables del mercado para no fallar.

Sin embargo, esas condiciones no siempre están dadas, por lo que compartimos algunas recomendaciones elementales sobre el proceso de emprendimiento.

Hacer un plan de negocios. Para muchos, hablar de un plan de negocios resulta algo complicado y costoso. Sin embargo, no es así. Hoy existen muchas herramientas digitales que nos ayudan a crear el perfil de nuestro proyecto empresarial. 

Es importante saber: La efectividad de un plan de negocios no depende de cuanta literatura le coloques, sino de la ejecución efectiva y las condiciones del mercado.

Costo del proyecto. En nuestros años asesorando emprendedores, es el tema de mayor preocupación: conseguir el capital para despegar con la empresa.

Lo más recomendable es iniciar el proyecto con fondos propios (ahorros o ayuda de tus familiares o amigos). Cuando la empresa se encuentre en su etapa de crecimiento y ha alcanzado su punto de equilibrio, es correcto recurrir al financiamiento para expandir el negocio.

El modelo de incubación de negocios se ha acelerado en los últimos años, dándole la oportunidad a los emprendedores, de conseguir por esa vía, los recursos económicos que le permiten arrancar con ese sueño de tener una empresa propia.

Hoy una de las modalidades más destacables en adquisición de capital para emprendedores, es el crowdfunding. Es un ecosistema digital donde los emprendedores pueden mostrar sus proyectos a inversionistas solidarios, capitalizarse y cuando el negocio comienza a generar beneficios, devolver los fondos recaudados. 

Define tu propuesta de negocios (producto o servicio). A veces pensamos que salir a vender un producto o servicio es suficiente para tener éxito. Error. Si lo que propones no resuelve una necesidad, no tendrás éxito. Tener la capacidad de reinventarse, es una característica de las marcas líderes. 

Gerencia los detalles. En ocasiones, la parte operativa del negocio nos consume todo el tiempo y no dedicamos fuerzas a la parte gerencial.  Saber con qué estructura empresarial contamos (Recursos Humanos, Finanzas, Ventas), te permitirá tener una mejor orientación del negocio.

Busca un mentor o coaching. En el mercado siempre habrá personas que podrán aportarte su experiencia de vida y negocios, en un área determinada.

Formación continua. La innovación y creatividad no llega a las mentes perezosas. Asiste a cursos, charlas, diplomados, entre otras actualizaciones. Trata siempre de mejorar tus conocimientos para agregar valor a tu propuesta comercial. 

Crea relaciones (networking). El mundo empresarial de hoy está definido por el nivel de relaciones que tengas y las cadenas de valor que puedas construir.

No te enfoques en tener muchos contactos, lo importante es crear una buena comunidad de relacionados, a la que puedas agregar valor y viceversa. Debes aprender a vincularte con las personas.

Gestiona el fracaso. El éxito no se alcanza desde el primer instante. Es un proceso. Fallar en el camino, nos facilita la oportunidad de mejorar nuestra propuesta de negocios y convertirnos en actores empresariales más competitivos.

En la interesante aventura de emprender, ten presente que no existe fórmula mágica para lograr el éxito. La constancia, preparación y perseverancia nos permitirá permanecer en el tiempo y alcanzar lo propuesto. ¡Adelante, es hora de emprender!

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